ENSAYO 4: Warisata

   
 


 

 

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Warisata y el desencanto criollo: 
“Indio letrado, indio alzado”
Por Franz Laime Perez

 
 

Warisata, la Escuela-Ayllu, es una de las más sobresalientes experiencias educativas impulsadas por indígenas para indígenas, que por su doctrina alcanzó a propagarse e imitarse incluso en otros países del continente americano. Es fundada el 2 de agosto de 1931 (CEA, 2003: 34) en la localidad del mismo nombre, de la provincia Omasuyos del departamento de La Paz – Bolivia. La fundación de Warisata estuvo ligada a una postura beligerante, que planteaba la defensa de los derechos del indio[1], la conservación de su gran herencia cultural, el mantenimiento de sus  instituciones sociales y económicas como el Ayni, Mink`a, Jayma, Ayllu, Aynuqa, Sayaña, Etc. (Salazar, 1997: 73), pero siempre ligada a tierra y territorio. Y no necesariamente a resistencia y expansionismo como afirma Brienen (2005).
 
Si bien tal definición de sus propósitos fue la razón de su éxito y de su celebridad internacional, fue asimismo la causa de su liquidación tras diez años de vida (1931-1940), ya que los regímenes de gobierno no podían consentir que una escuela de ese tipo prosperase y se multiplicase, sin el riesgo de socavar los fundamentos mismos de su estabilidad política y de sus privilegios de clase criolla dominante (Salazar, 1997: 73), una de cuyas bases residía justamente en la servidumbre. Warisata, es un hito que marca el inicio y el fin de una experiencia sin igual en la historia de la educación boliviana, por ello es fundamental seguir explorando en las razones de su destrucción para una reflexión que evite un nuevo fracaso a las nuevas generaciones.
 
Iniciemos afirmando que Warisata es el resultado de varias experiencias particulares llevadas de manera clandestina, por otros indígenas y caciques como Santos Marka T`ola, Pablo Zárate Willka, entre otros en décadas pasadas, que luego es canalizado por Avelino Siñani al que se uniría Elizardo Pérez en representación del Estado boliviano. En el esfuerzo conjunto de Siñani y Pérez se organiza una escuela que estuviera al servicio de la comunidad, que respondiera a las necesidades inmediatas de la población indígena (Salazar, 1997: 73-82), esta obra es realizada por voluntad colectiva y no por el sistema del esclavismo, de un rey o de una casta criolla dominante.
 
La escuela contaba con más de 200 niños internos, mantenidos con recursos propios, los niños crecían sanos y fuertes con condiciones admirables, el campesino empezaba a obtener frutos de la escuela (Salazar, 1997: 88) desde el préstamo de sementales con que mejoraba su ganado y lo más importante, se habría la comunicación entre el Ayllu y la escuela.
 
Muy pronto la oligarquía criolla arremetió contra Warisata, apoyada en una serie de maniobras y calumnias infundadas por parte de marka q`aras o vecinos de los hacendados de Achacachi. En abril de 1934, había comenzado una persecución a sus máximos líderes entre ellos Siñani y Pérez, pero el ultraje seguido de flagelamiento más salvaje, fue cometido por el Corregidor de Achacachi Sixto Hernán, en contra de Mariano Huanca y Pedro Rojas (CEA, 2003: 38). La estrategia de los gamonales criollos, fue desvirtuar y distorsionar los objetivos reivindicativos, acusando a Warisata de ser un centro de programación comunista y rebelión indígena (CEA, 2003: 38). Es importante hacer notar que durante esta etapa se producen una serie de emedrentamientos y persecuciones a maestros y estudiantes de los otros núcleos escolares afines a Warisata, pese a ello la labor continuaba hasta llegar a 1940.
 
La administración de Warisata estuvo a cargo del Parlamento Amauta, integrado por campesinos, maestros y alumnos (Salazar 1997: 75-82). Lo primero que hicieron los destructores de la educación campesina, fue suprimir este gobierno –Parlamento Amauta-, negando en absoluto la intervención del indio en los asuntos de la escuela (Salazar 1997: 83), torpeza que jamás fue remediada probablemente con el propósito de impedir que el “siervo” pudiese discutir acerca de su propio destino.
 
Elizardo Pérez (1992) menciona a Byron y Donoso Torres como los autores de la muerte de Avelino Siñani, tras un fuerte altercado verbal llevado el 30 de enero de 1941, en un intento por salvar la escuela. El 31 de enero como consecuencia de la tristeza que embargaba a Siñani, éste muere, y muere con él el sueño de todo un pueblo que había luchado por su liberación a través de la educación. Es pertinente aclarar que éste no es un tema cargado emocionalmente, ni ligado a simple apología sin bases reales, sin sentido.
Recapitulando, Warisata es el fruto de la inquietud de un pueblo, funciona por esfuerzo del indígena, tiene una educación orientada al “ayllu”, es amenazada y calumniada por los criollos constantemente hasta su destrucción.
Los motivos de la destrucción pueden ser varios, pero sobresalen el interés de las élites gobernantes eliminar cualquier intento de superación y administración de instituciones educativas de indios para indios.
 
La responsabilidad de este desastre es imputable a las esferas jerárquicas de educación rural y a los regímenes de gobiernos de la época que permitieron la destrucción de Warisata y los que nunca hicieron nada por restaurar sus doctrinas.
 
Warisata es el resultado de una serie de luchas del propio pueblo indígena, por ello la doctrina responde cabalmente a ese pueblo, y no tiene que ser entendido como un intento de acabar por completo con el ayllu, si bien existió la participación estatal a través de Elizardo Pérez, estuvo ligada al apoyo con maestros para Warisata, más la construcción y toda la filosofía era el reflejo de las aspiraciones de un pueblo reprimido por varios años.
 
Finalmente el temor expresado de las élites criollas ante la educación de los indígenas, el desencanto traducido en términos de “Indios letrados, indios alzados”, es una de las razones para su destrucción, ligado a la traición y desunión de algunos indígenas.
 
 
 

BIBLIOGRAFÍA
 
Pérez, Elizardo
1992                            Warisata; la escuela-ayllu. La Paz-Bolivia. Hisbol/CERES.
 
CEA
2003                 Conquistas sociales del pueblo aymará en la educación boliviana. La Paz – Bolivia. Consejo Educativo Aymará.

 

Salazar, Mostajo
1997                 “La escuela ayllu y las concepciones educativas de Elizardo Pérez”. Warisata Mía. La Paz: Editorial Juventud.
 
Brienen, Marten
2005                 “Por que Warisata no es lo que parece: la escuela-ayllu y el establecimiento del control estatal en la educación indígena”. En Robins, Nicholas (editor) Cambio y continuidad en Bolivia: etnicidad, cultura e identidad. Estudios bolivianos. Vol II. La Paz: Plural. 133-149.
 


[1]InDios.- Ramiro Reinaga en su Blokeo 2000, pág. 7, hace notar que cuando llegaron los españoles a las islas del Caribe y vieron a los indígenas viviendo en completa armonía con la naturaleza, exclamaron in Deus, en italiano sería in Dio, o sea que InDio quiere decir llevar a Dios dentro, estar en Dios y no el concepto errado de que llevan ese nombre por el error de creer que descubrieron la India, en ese caso nos deberíamos llamar hindúes. Por ese motivo escribo, la palabra InDio, que a menudo se la ha dado un sentido peyorativo, y a fin de revalorizar esa palabra, con dos mayúsculas, “In” para designar inclusión y diferenciar de la partícula “in” que significa exclusión o negación y Dios con mayúscula por ser nombre propio y referirse a él concretamente.

 
 

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